miércoles, 9 de abril de 2008

ABONADO


En el clavel un exceso de nitrógeno se traduce en una mayor sensibilidad a las enfermedades y el incremento de las brotaciones axilares. El fósforo es esencial sobre todo en las primeras fases de desarrollo, ya que potencia el crecimiento de las raíces. El potasio mejora el aspecto del clavel y aumenta el vigor de las plantas, su carencia ocasiona la formación de tallos débiles de escasa consistencia y flores pequeñas. -De fondo: después de un desfondado de 50 cm de profundidad, se pueden incorporar:
Superfosfato: 100-200 g/m2.
Sulfato de potasa: 20-50 g/m2.
Sulfato de magnesio: 100-150 g/m2.
-De mantenimiento: se puede practicar mediante fertirrigación; aporte de una solución para 1.000 litros de agua aplicadas una vez al mes en invierno y cuatro veces al mes en el periodo de fuerte producción, compuesta de:
400 g de nitrato amónico.
400 g de fosfato amónico.
1.200 g de nitrato potásico.
El clavel no es muy susceptible a carencias de cobre, manganeso y cinc. Si éstas se presentan, lo más fácil es aportarlos por vía foliar, aprovechando cualquier tratamiento fitosanitario.La deficiencia de boro puede plantear algún problema, especialmente en variedades de color rosa. Los síntomas de deficiencia son: flores mal conformadas y con pocos pétalos. Si el nivel foliar baja a 30 ppm se aporta una sola vez 2-3 g de borax/m2 al suelo o por vía foliar (100 g/Hl).La deficiencia de hierro es muy común especialmente en las variedades amarillas y naranjas, pero se corrige fácilmente con quelatos tipo Secuestrene.

No hay comentarios: